Pautas para un correcto mantenimiento de la caldera y radiadores
Es muy habitual que la gente se olvide durante un largo periodo de tiempo de realizar un buen mantenimiento de la caldera y los radiadores, una vez realizada su instalación.
Con el paso del tiempo, la instalación puede comenzar a darnos problemas y muchos de nosotros terminaremos haciéndonos la misma pregunta: ¿por qué?
Pues bien, un alto porcentaje de averías en las calderas y los radiadores son ocasionadas por una falta de mantenimiento. En este post, os enseñaremos algunas pautas a tener en cuenta para optimizar el funcionamiento y la eficiencia de nuestra instalación de calefacción, evitando además que nos pueda dar problemas con el paso del tiempo.
En primer lugar, existen empresas especializadas como Asituria Facility Services que ofrecen servicios de mantenimiento periódicos, tanto correctivos, como predictivos y preventivos. Es recomendable realizar una revisión de nuestra caldera cada dos años. A continuación, os mostramos una serie de consejos para realizar el mantenimiento de nuestra caldera y radiadores, pudiendo reducir de esta forma el gasto en calefacción.
1. Comprobar la presión del agua de la caldera
Muchas calderas pierden potencia como consecuencia de una baja presión del agua. Normalmente, la presión adecuada para una caldera deberá estar como máximo. entre 1,2 y 1,5 bares. Lo podremos comprobar en el indicador de presión, el cual puede ser analógico o digital. En caso de que la presión se encuentre por encima o por debajo de ese rango, debemos utilizar la llave de llenado de la caldera para corregir la diferencia.
2. Purgado de los radiadores
Deberíamos realizar esta acción como mínimo una vez al año, recomendablemente antes de invierno. Su objetivo es eliminar el aire acumulado en el circuito de calefacción, para que el agua caliente sanitaria (ACS) se distribuya de forma correcta y llene por completo el radiador. Una purgado incorrecto del mismo conllevará que no alcancen la temperatura idónea en la parte superior, evitando que su funcionamiento alcance el 100%.
3. Configurar la temperatura de confort
Es especialmente importante la temperatura que establecemos como «normal» para los días de invierno en nuestra caldera. Muchos expertos nos recomiendan mantener una temperatura de 18ºC cuando nos ausentamos de casa, no sobrepasando en ningún caso los 23ºC mientras estamos en el interior. Si nuestra calderas se encuentra entre estas temperaturas, optimizaremos mucho más su energía. Por el contrario, establecer temperaturas superiores puede provocar un deterioro más rápido de nuestra caldera, suponiendo además un aumento considerable del coste energético, y por lo siguiente, también económico.
4. Ruido en los radiadores
Es frecuente que en algunos casos nuestros radiadores hagan ruido. Esto es consecuencia de que puede haber una burbuja o una bolsa de aire en el sistema, habiéndose quedado atrapada en su interior. Una forma de poder solucionarlo es dar un pequeño giro a la válvula de purgada, pero evitando que llegue a salir agua. De esta manera, resolveremos el problema de forma correcta.
Seguro que con estos pequeños consejos contribuimos a la eficiencia y durabilidad de nuestro sistema de calefacción, provocando que su vida útil se alargue lo máximo posible.
De todos modos, siempre es preferible la supervisión de un profesional. No dudes en contactar con nosotros para solicitar información acerca de tu mantenimiento.