¿Cómo mejorar la accesibilidad en la vivienda para nuestros mayores?

Cuando nos hacemos mayores es necesario adaptar ciertas partes de nuestra vivienda para facilitar la accesibilidad de la misma y reducir el riesgo de accidentes. En este blog os mostramos cuáles son las zonas más conflictivas y cómo poder solucionarlo.

1) Cuartos de baño y aseos

Es una de las zonas que requieren mayor inversión si disponemos de bañera. Es recomendable sustituirla por un plato de ducha instalado, a ser posible, a nivel de suelo para prevenir resbalones o caídas. Para ello, deberemos usar distintos accesorios tales como alfombrillas anti-deslizantes o barras de sujeción tanto en la ducha como en el inodoro, facilitando un punto de apoyo tanto para mantenerse en pie como ayuda para levantarse. Además, es conveniente recordar que si en el baño en concreto se dispone de una estufa eléctrica, deberemos encenderla un tiempo antes de ducharse y desconectarla cuando vayamos a ducharnos. 

2) Pasillo y escaleras

Deberemos tener sumo cuidado con las alfombras de los pasillos, que pueden dar lugar a tropiezos innecesarios. Si no podemos quitarlas, lo conveniente será fijarlas y dar la luz siempre que no haya la suficiente claridad. Lo mismo ocurre en las escaleras, en las que será necesario instalar un pasamanos e interruptores tanto al principio como al final para que siempre podamos encender la luz. 

3) Cocina

Más que reformas, en la cocina hace falta una buena organización, y es algo que se puede aplicar a todos los hogares (haya personas mayores o no). Por ello, ubicaremos en zonas que no requieran grandes movimientos  y que tengamos más a mano, aquello que se utilice habitualmente como vasos, platos, cazuelas, cubiertos… Además, habrá que prestar especial atención a dejar apagados todos los electrodomésticos después de su uso como, por ejemplo, la vitrocerámica, el horno, la plancha… En caso de tener gas, se deberá cerrar la llave de paso cuando no se esté utilizando.

4) Dormitorio

En los armarios se tiene tendencia a guardar la ropa de cama en las zonas altas, que son de difícil acceso para las personas mayores. Por ello, es recomendable tener un par de juegos de cama a mano y relegar la ropa que no usemos a menudo a las zonas altas. De esta manera evitaremos subirnos a sillas o escaleras a menudo y, en caso de necesitarlo, pediremos a algún familiar que nos ayude cuando tengamos que cambiar la ropa estacional. 

La elección de la cama es otro de los puntos claves, deberemos optar por camas más altas, que ayudan a sentarnos y levantarnos con mayor facilidad Así mismo, tendremos que asegurarnos de que los cabeceros, espejos, estanterías y cómodas estén bien fijados a la pared para evitar posibles desprendimientos que ocasionen accidentes. 

5) Salón o cuarto de estar

Hay que tener en cuenta que una buena iluminación es primordial, así como tener las estanterías fijadas y evitar tener objetos delicados a la vista a los cuales puedan acceder los más pequeños de la casa cuando vienen a visitarnos. Al fin y al cabo, el salón suele ser el centro de reunión de y donde los más pequeños campan a sus anchas. Por ello, protegeremos los cantos en ángulos o evitaremos utilizar braseros eléctricos, que pueden provocar quemaduras o tropiezos con el alargador. Si disponemos de estufa de butano, algo cada vez menos común, es importantísimo asegurarnos de que cerramos la llave de paso cuando no queremos utilizarla. Además, deben usarse en sitios con ventilación durante no mucho tiempo y no colocar encima ninguna prenda.

Si necesitas asesoramiento no lo dudes, contacta con nosotros y te informaremos de todas las posibilidades para adaptar tu vivienda y facilitar el día a día de nuestros mayores. Como dice un buen refrán, más vale prevenir que curar, y con poca inversión ahorraremos más de un susto innecesario.